El pasado sábado 4 de mayo se vivió una jornada muy especial y emotiva con motivo de la primera visita familiar del año. Desde muy temprano, las instalaciones se llenaron de un ambiente de alegría.
La jornada dio inicio a las 6:30 a.m. con la celebración de la Santa Misa, un espacio de recogimiento y gratitud en el que se ofrecieron oraciones por cada una de las familias, por el crecimiento personal y espiritual de las niñas, y por el fruto de este proceso formativo.
Luego de la Eucaristía, los padres de familia fueron invitados a disfrutar de un hermoso festival preparado con mucha dedicación por las alumnas. En este espacio, las niñas demostraron el fruto de su esfuerzo, compromiso y desarrollo en distintas áreas como el arte, la música, la danza y la expresión oral.
A las 8:30 a.m. llegó uno de los momentos más esperados: el reencuentro con sus familiares. Las horas compartidas fueron un valioso tiempo de convivencia, de reconexión emocional y de fortalecimiento.
Sin duda, fue un día inolvidable, lleno de emociones y significado. Más allá de la alegría del encuentro, quedó clara una convicción compartida: este camino de esfuerzo, dedicación y formación dará frutos abundantes, si las niñas lo abrazan con decisión y esperanza. Porque todo sacrificio tiene sentido cuando hay un propósito firme y un corazón dispuesto.
By ARDC Philippines on 2025-06-04 12:12:49 AM UTC+0
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